La seguridad en el trabajo es un conjunto de técnicas y procedimientos diseñados para prevenir riesgos laborales y reducir la probabilidad de accidentes. Es una disciplina que busca condiciones óptimas en el entorno laboral, garantizando que los empleados puedan realizar sus tareas de manera eficiente y segura.

Prioridad: Evitar Accidentes Graves y Mortales:

La máxima prioridad de la seguridad en el trabajo es la prevención de accidentes graves y mortales. Implica la eliminación de riesgos que puedan afectar la salud de los trabajadores. Los técnicos y especialistas en seguridad desempeñan un papel crucial al identificar, evaluar y controlar los peligros asociados con la actividad laboral.

La empresa, como lugar de trabajo, debe cumplir con normas y condiciones óptimas para garantizar la seguridad de los empleados. Es responsabilidad directa del empresario asegurarse de que se mantengan las mejores condiciones de seguridad laboral. Esto implica asignar la tarea de prevención de riesgos a personas internas de la empresa o contratar servicios especializados en prevención de riesgos laborales para asesoramiento externo.

Sin embargo, existen ciertas ideas preconcebidas por los colaboradores que ponen en riesgo la seguridad y que la empresa debe encargarse de cambiar a través de una buena cultura organización y capacitación constante. Algunas de estas ideas pueden ser:

 

  • Complacencia: Los colaboradores pueden acostumbrarse a trabajar de cierta manera y lo hacen una rutina, por lo que cuando hay cambios o actualizaciones pueden no comprender la importancia ya que “lo han hecho siempre así “
  • Evasión: Por falta de compromiso pueden “pasarse” la responsabilidad entre departamentos asumiendo que los responsables de que se llevan a cabo las normar son solo el departamento de seguridad cuando en realidad es tarea de todos garantizar la seguridad.
  • Cortoplacismo: Es cuando se priorizan los objetivos de la empresa en lugar de la seguridad, esto es muy peligroso porque puede llevar a actos de imprudencia pensando que se harían las cosas mas rápido.
  • Escepticismo: La desconfianza o duda sobre la efectividad de la prevención,, lo que puede conducir a una falta de compromiso con las medidas de seguridad.
  • Victimismo: Son colaboradores que pueden llegar a pensar que hagan lo que hagan no los va a prevenir contra accidentes.
  • Crítica: Esto va de la mano con la resistencia al cambio pensando que ciertas normas son imposibles o muy difíciles de cumplir.
  • Control: Hacer todo solo porque así lo piden, sin entender exactamente el motivo y funcionalidad, cuando se comprende podemos hacer observaciones, permitiendo la mejora continua.

Contagio y Liderazgo: Las trampas mentales son contextuales y pueden ser contagiosas. Cuando los líderes caen en estas trampas, transmiten inadvertidamente estas creencias a sus equipos. Es crucial que los líderes reconozcan y aborden sus propias trampas mentales para fomentar una cultura de seguridad laboral sólida.

Transformar la mentalidad en el entorno laboral requiere un enfoque consciente y continuo. Identificar y abordar estas trampas mentales es esencial para cultivar una cultura donde la seguridad sea una prioridad compartida por todos, desde la alta dirección hasta cada empleado en el lugar de trabajo. En última instancia, superar estas trampas mentales no solo mejora la seguridad, sino que también fortalece la resiliencia y el compromiso en el entorno laboral.